The South American rattlesnake is found in all South American countries except Ecuador and Chile. However, its range is discontinuous, with many isolated populations in northern South America, including Colombia, Venezuela, Guyana, Suriname, French Guiana and northern Brazil. It occurs in Uruguay, eastern Brazil to southeastern Peru, Bolivia, Paraguay, and northern Argentina. This species prefers savanna regions. It is light gray with diamond patterns down its back. It is heavily bodied all over. It weighs about 3 kg and is 1,2 m long. It is called a rattlesnake because of the rattle that represents its tail. At birth individuals have a pre-button and every time a snake sheds its skin a new rattle is formed. After two or three shedding the rattlesnake is able to produce the typical rattle sound. In the wild, the rattles are between 8-11 segments because longer rattles get caught in between rocks and will break off. In captivity, they can have rattles with up to 20 segments because of the protected environment. Another feature which characterizes the species is a large size, pronounced vertebral ridge , and a highly potent venom. This rattlesnake delivers a large dose of venom through long, hollow fangs that fold back when the mouth is closed . When the snake strikes, the fangs extend fully, acting as two miniature hypodermic needles . Typically, the snake possesses hemotoxic venom that damages the tissue area surrounding the bite area. It contains a high percent of neurotoxins that are generally associated with Elapids (Cobras, Mambas, and Kraits) bites, working primarily on the central nervous system and affecting muscle control, respiration, locomotion, and the senses. Symptoms may include mental incoherence, slurred speech, partial blindness, chills, numbness and tingling, vertigo, massive headaches and difficulty in swallowing. South American rattlesnakes are viviparous , giving birth to live young. Young snakes are born after a gestation period of 4-6 months and are able to take care of themselves as soon as they are born. An average litter consists of 5-10 young. Young rattlesnakes are between 15-35cm long at birth, and can deliver a painful bite the day they are born. They are sexually mature after 3 years. The longevity in nature and in captivity is estimated to be between 12-25 years. In Uruguay it is on the verge of extinction and is regarded as a protected species. No bite has been reported for about 50 years.
La Víbora de Cascabel se halla en todos los países sudamericanos, con excepción de Chile y Ecuador. Sin embargo, su área de dispersión es discontinua, con muchas poblaciones aisladas en el norte de nuestro continente incluyendo a Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam, la Guyana Francesa y el norte de Brasil. Comúnmente se la encuentra en Uruguay, desde el oriente de Brasil al sudeste de Perú, Bolivia, Paraguay y el norte de Argentina. Esta especie suele preferir las regiones de sabana. Es de un tono gris claro con patrones en forma de diamante que caen desde la espalda y su cuerpo es bastante engrosado; pesando alrededor de 3 kg y midiendo 1,2 m. Se denomina de cascabel por la estructura similar que presenta en el extremo de su cola. Al nacer los individuos cuentan con una especie de pre-botón en la misma y a medida que van creciendo, cada muda de piel va componiendo la estructura sonora. A partir de la tercera muda los animales ya son capaces de emitir su típico sonido. En estado salvaje sus cascabeles poseen de 8-11 segmentos porque cuando son más grandes las serpientes suelen quedar atoradas entre las rocas y se desprenden de ellos. En cautiverio, por otro lado, pueden contar con hasta 20 segmentos debido al ambiente protegido en que se las ubica. Otra característica de esta especie es una protuberancia vertebral pronunciada y un veneno extremadamente potente. La Víbora de Cascabel segrega una gran dosis del mismo a través de colmillos que se retraen una vez que la boca se cierra. Cuando la serpiente ataca éstos se extienden al máximo, actuando como agujas hipodérmicas. Típicamente la serpiente cuenta con un veneno hemotóxico que daña al tejido que rodea el área de la mordedura. Contiene altos niveles de neurotoxinas que son generalmente asociadas con el de las Elápidas (Cobras, Mambas y Caraits); afectando principalmente al sistema nervioso central y afectando el control muscular, la respiración, movimiento y los sentidos. Los síntomas pueden incluir la incoherencia mental, balbuceo, ceguera parcial, escalofríos, entumecimiento, cosquilleo, vértigo, dolores de cabeza masivos y dificultad al tragar. Las Víboras de Cascabel son vivíparas y sus crías nacen luego de un período de gestación de 4-6 meses; siendo netamente independientes. El número de crías oscila de 5 a 10 y miden alrededor de 15-35 cm, siendo capaces de morder desde el primer día que entran al mundo. Alcanzan la madurez sexual a partir de los 3 años. La longevidad tanto en su medio ambiente como en el cautiverio se estima de 12-25 años. En Uruguay está al borde de la extinción y no se ha reportado ninguna mordedura desde hace 50 años.
La Víbora de Cascabel se halla en todos los países sudamericanos, con excepción de Chile y Ecuador. Sin embargo, su área de dispersión es discontinua, con muchas poblaciones aisladas en el norte de nuestro continente incluyendo a Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam, la Guyana Francesa y el norte de Brasil. Comúnmente se la encuentra en Uruguay, desde el oriente de Brasil al sudeste de Perú, Bolivia, Paraguay y el norte de Argentina. Esta especie suele preferir las regiones de sabana. Es de un tono gris claro con patrones en forma de diamante que caen desde la espalda y su cuerpo es bastante engrosado; pesando alrededor de 3 kg y midiendo 1,2 m. Se denomina de cascabel por la estructura similar que presenta en el extremo de su cola. Al nacer los individuos cuentan con una especie de pre-botón en la misma y a medida que van creciendo, cada muda de piel va componiendo la estructura sonora. A partir de la tercera muda los animales ya son capaces de emitir su típico sonido. En estado salvaje sus cascabeles poseen de 8-11 segmentos porque cuando son más grandes las serpientes suelen quedar atoradas entre las rocas y se desprenden de ellos. En cautiverio, por otro lado, pueden contar con hasta 20 segmentos debido al ambiente protegido en que se las ubica. Otra característica de esta especie es una protuberancia vertebral pronunciada y un veneno extremadamente potente. La Víbora de Cascabel segrega una gran dosis del mismo a través de colmillos que se retraen una vez que la boca se cierra. Cuando la serpiente ataca éstos se extienden al máximo, actuando como agujas hipodérmicas. Típicamente la serpiente cuenta con un veneno hemotóxico que daña al tejido que rodea el área de la mordedura. Contiene altos niveles de neurotoxinas que son generalmente asociadas con el de las Elápidas (Cobras, Mambas y Caraits); afectando principalmente al sistema nervioso central y afectando el control muscular, la respiración, movimiento y los sentidos. Los síntomas pueden incluir la incoherencia mental, balbuceo, ceguera parcial, escalofríos, entumecimiento, cosquilleo, vértigo, dolores de cabeza masivos y dificultad al tragar. Las Víboras de Cascabel son vivíparas y sus crías nacen luego de un período de gestación de 4-6 meses; siendo netamente independientes. El número de crías oscila de 5 a 10 y miden alrededor de 15-35 cm, siendo capaces de morder desde el primer día que entran al mundo. Alcanzan la madurez sexual a partir de los 3 años. La longevidad tanto en su medio ambiente como en el cautiverio se estima de 12-25 años. En Uruguay está al borde de la extinción y no se ha reportado ninguna mordedura desde hace 50 años.