Congorosa is a small, shrubby evergreen tree growing to 5 m in height with leaves and berries that resemble the Holly. It is native to many parts of South America and it is even found in city landscapes for its attractive, holly-like appearance. There are over 200 species of Maytenus distributed in temperate and tropical regions throughout South America and the West Indies. This particular Maytenus species has been used by some native groups in Paraguay, where women use the plant as a contraceptive and fertility regulator, and to induce menstruation and abortions. Congorosa has a much longer and better documented history of use in urban areas and South American herbal medicine practices than in tribal areas, probably because of the types of illnesses that it treats. In Uruguay, the leaves of the plant are brewed into a tea for the treatment of ulcers, indigestion, chronic gastritis, and dyspepsia. The leaf tea is also applied topically to wounds, rashes, and skin cancer. In Brazilian pharmacies today, a topical ointment is made with Congorosa and sold for skin cancer. In Argentinean herbal medicine, the entire plant or leaves are infused or decocted for its antiseptic and wound healing properties and it is commonly used internally for asthma, respiratory and urinary tract infections, diarrhea, and to induce menstruation. Congorosa is a source for a group of well known chemicals (found in the leaf, bark and roots of the tree) called maytansinoids. These chemicals represent a class of substances which have been studied since the early 1970's for their antitumorous and anticancerous activities and are today, being developed into chemotherapy drugs. Another different class of chemicals found in Congorosa - congorins - have also evidenced significant antitumorous, antileukemic, and anticancerous properties.
La Congorosa es un pequeño arbusto perenne que alcanza los 5 m de altura y con hojas y bayas que se parecen a las del Muérdago. Es nativa de muchas zonas de Sudamérica y es incluso hallada en los paisajes citadinos por su atractiva similitud con la plante anteriormente mencionada. Existen 200 especies en el género Maytenus distribuídas en nuestro subcontinente y las Indias occidentales. Esta especie particular ha sido empleada por algunos grupos indígenas de Paraguay, donde las mujeres se valen de sus propiedades reguladoras de la fertilidad; induciendo a la menstruación y los abortos. Posee una historia medicinal mejor documentada en las áreas urbanas debido a las enfermedades que cura. En Uruguay, las hojas de la planta son hervidas para el tratamiento de las úlceras, la indigestión, gastritis crónica y la dispepsia. La infusión también se aplica a las heridas, prúrito y el cáncer de la piel. En las farmacias de Brasil actualmente, se vende un ungüento a base de Congorosa y recetado para esta última enfermedad. En Argentina, la planta entera o sus hojas son infusionadas o decoccionadas como antiséptico para las heridas y su tratamiento e internamente se la usa para el asma, infecciones respiratorias y renales y en la inducción de la menstruación. La Congorosa es una fuente de un grupo bien conocido de químicos (hallados en las hojas, corteza y raíz) denominados maytansinoides. Dichos compuestos representan una clase de sustancias investigadas a partir de comienzos de los años 70 por sus propiedades antitumorales y anticancerígenas y actualmente se las ha desarrollado como drogas quimioterapéuticas. Otra clase diferente de químicos - congorinos - han evidenciado también efectos antitumorígenos, antileucémicos y anticancerígenos.
La Congorosa es un pequeño arbusto perenne que alcanza los 5 m de altura y con hojas y bayas que se parecen a las del Muérdago. Es nativa de muchas zonas de Sudamérica y es incluso hallada en los paisajes citadinos por su atractiva similitud con la plante anteriormente mencionada. Existen 200 especies en el género Maytenus distribuídas en nuestro subcontinente y las Indias occidentales. Esta especie particular ha sido empleada por algunos grupos indígenas de Paraguay, donde las mujeres se valen de sus propiedades reguladoras de la fertilidad; induciendo a la menstruación y los abortos. Posee una historia medicinal mejor documentada en las áreas urbanas debido a las enfermedades que cura. En Uruguay, las hojas de la planta son hervidas para el tratamiento de las úlceras, la indigestión, gastritis crónica y la dispepsia. La infusión también se aplica a las heridas, prúrito y el cáncer de la piel. En las farmacias de Brasil actualmente, se vende un ungüento a base de Congorosa y recetado para esta última enfermedad. En Argentina, la planta entera o sus hojas son infusionadas o decoccionadas como antiséptico para las heridas y su tratamiento e internamente se la usa para el asma, infecciones respiratorias y renales y en la inducción de la menstruación. La Congorosa es una fuente de un grupo bien conocido de químicos (hallados en las hojas, corteza y raíz) denominados maytansinoides. Dichos compuestos representan una clase de sustancias investigadas a partir de comienzos de los años 70 por sus propiedades antitumorales y anticancerígenas y actualmente se las ha desarrollado como drogas quimioterapéuticas. Otra clase diferente de químicos - congorinos - han evidenciado también efectos antitumorígenos, antileucémicos y anticancerígenos.
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